AÑO: 2022
PROMOTOR: Ayuntamiento de Bilbao
EMPLAZAMIENTO: Polideportivo La Casilla, Bilbao, España
COLABORADORES: Ainhoa del Río, Olatz Iñigo, Irene Fonseca, Javier Lecumberri, IRAIA Ingenieros, BPXPORT gestor de espacios deportivos, OTSp consultoría deportiva del grupo Lidera Sport Consulting, PROVENUE gestor de espacios culturales
MEMORIA:
La nueva Casilla se plantea como un nuevo nodo de activación del ámbito que supere los límites del entorno más inmediato en los barrios donde se sitúa, Rekalde, Amézola e Indautxu. Debe configurarse como motor que reactive la actividad y genere sinergias positivas.
Proponemos un modo de actuar programático. En base a la implantación de contenidos, fijando programas que permitan una colonización progresiva del lugar. Cada nodo activo,
independientemente de su naturaleza, es una unidad aislada, autónoma y autosuficiente que se potencia al entrar en relación con otros puntos de actividad de la ciudad. Actúan a modo de píldoras estimulantes dentro del tejido urbano.
Es necesario para ello diversificar usos, ampliar el programa del edificio del meramente deportivo e introducir una oferta de ocio a escala del entorno ofreciendo un producto que actualmente no contempla la ciudad. La mixtura de usos genera relaciones que potencian el encuentro de usuarios revitalizando el entorno y garantizando la sostenibilidad económica del proyecto.
Lo verdaderamente interesante y atractivo de este proyecto es el equilibrio en la intervención entre el edificio y el espacio público. Nos enfrentamos, por una parte, con un nodo activo colonizador (el edificio híbrido) con agrupaciones programáticas insertadas estratégicamente complementando o incorporando nuevos usos o contenidos y por otra, un espacio activo de identidad donde realizar una actuación de vaciado, descompresión de la trama, con el fin de generar espacios de oportunidad para el ciudadano.
El edificio debe vivir del espacio público y viceversa. No se puede entender el proyecto de otro modo.
La ordenación del espacio sin estímulos genera un paisaje anodino y gris, cultivando en el ciudadano despego por el lugar.
La implantación propuesta, el programa que ofrecemos nos hace intuir cuál será el resultado final y apostar firmemente por él. Pero nuestro entorno no es inmutable y su transformación avanza a gran velocidad. Las formas de actuación sobre el territorio no deberían ser permanentes. Por ello entendemos que, aun planteando una solución concreta y cuantificada, nos vemos en la obligación de ofrecer un edifico, un espacio flexible y adaptable en el tiempo.